Tengo Suerte!

A veces uno tiene que encontrarse a 4,334. 7 km de casa para darse cuenta de que se es afortunado

Empecé el colegio con 4 años ya sabía leer y escribir pero no tenía idea de lo que era recortar o pintar con pinceles. Creo que desde el inicio fui el bicho raro del salón, sólo sentí que deje ser rara cuando llegué a la universidad.

Allí un gentío me superaba y yo había experimentado tantas veces el ensayo y error que ya nada me importaba. La gente suele recordar su infancia como la mejor época de sus vidas, yo siento que comencé a vivir a los 12 y me costó un año de terapia honrar mi infancia/pasado. Por dramático que suene me gusta más mi vida desde que mandé a la basura las culpas y empecé a valorar las responsabilidades. 

Cuando llegué a la universidad el liceo ya me había hecho fuerte y quitado el miedo al ridículo. No lo sé pero siento que ese mito del ridículo no es más que la excusa de cobardes para no aprender.

Una vez mi profesor de francés dijo: "la gente que tiene miedo al ridículo jamás aprende un idioma, así que muevan esa boca sin pena" y yo lo enlacé con todas las lenguaradas de mi mamá: si yo quería aprender tenía que arriesgarme y enfrentarme al ensayo y error. Y yo que siempre me sentí como bicho raro que buscaba aprender a vivir bien y ser feliz, manipulé todas las lecciones de papá y mamá en casa y asumí esa metodología de vida. 

Hablo de mi como bicho raro porque nunca le he preguntado a alguien si a los 7 años se piensa en cual es el camino ideal para seguir en la vida y en esas cosas, pero en ese entonces James Dodson me dijo en uno de esos libros para adolescentes que regalan las mamas cuando intuyen que estas cerca de comenzar a menstruar, que cuando me encontrara en una situación vergonzosa entre coetáneos estuviera tranquila porque todos nos encontrábamos en situaciones similares, si yo sentía miedo los de mi alrededor también y si alguien se atrevía a burlarse de mí se estaba burlando realmente de su propio miedo al ridículo. Así que nunca me sentí sola deben haber muchos bichos y bichas raras como yo en este mundo. 

Mamá nunca quiso llevarme tan chiquita al colegio pero tanto ella como papá coinciden en que hicieron eso por mi necesidad de socialización, según ellos me la pasaba hablando hasta con los niños que pasaban por el frente de la casa, entonces no tuvieron alternativa. Me gustó el colegio no voy a negarlo, pero me inscribieron en uno súper raro no se leía con manuales sino con la Biblia, jajaja sí, con la biblia.

En el primer día del 1er grado la lección fue "En el principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía" obviamente sólo los que veníamos de familias cristianas podíamos agarrar el paso. Siento que en general en ese colegio siempre teníamos ventajas los que veníamos de familias cristianas no divorciadas, eso lo noto ahorita, pero mi mejor amiguita cumplió con ese perfil y hoy siento que a nosotras no sólo nos unía ese colegio, sino los parecidos de su familia con la mía y otro montón de cosas, hoy me hace feliz saber que la conocí cuando tenía 4 años y que a mis 23 todavía puedo contar con ella. 

Recuerdo claramente mis afanosa necesidad de socialización y mi alegría todas las mañanas mientras mi papá me llevaba al colegio, todavía lo hace, para la universidad, para el trabajo. Es mi fans, no hay otra palabra a él le gusta cualquier cosa de mí y es mi cómplice hasta el punto de modificar sus principios, él es un cristiano no muy consecuente gracias a su amor por la lectura y creo que por eso me cae tan bien, si no, no lo soportaría.

Desde chiquita me decía "el que quiere amigos primero ha de mostrarse amigo, sólo vas a tener amigos Angela, cuando seas amiga para los demás" siempre tengo estas palabras en mi cabeza, con su voz y son mi filtro para ver en la historia a su autor original, Jesucristo. 

A veces uno tiene que encontrarse a 4,334. 7 km de casa para darse cuenta de cuanta suerte tiene en la vida, a veces tienes que encontrarte sumamente incomoda para mirar más allá de tus narices y empezar a valorar la magia que tienes a tu alrededor.

Sólo atraemos a nuestra vida lo que realmente somos y yo tengo mucha suerte, tengo amigos, de la más bella y hermosa calidad, incondicionales moralmente pero sobretodo frontales, tengo amigos sin necesidad de tener que subir una foto en facebook o en instagram para comprobarlo. 

La vida me ha llevado a valorar más el contenido que lo bonito del frasco, y he logrado tener a mi lado gente que vibra en la misma sintonía, digo he logrado, porque en serio no ha sido fácil.

Tengo suerte no porque todo ha sido perfecto sino por todo lo contrario, porque los fracasos han logrado conducir a las más hermosas victorias y amar, sobretodo amar. Saber que se ama la vida y sobretodo la forma propia en que se ha decidido vivir te hace llevar cada día con una enorme gratitud, a veces lo que le falta al mundo es gratitud.

Saberse con amigos es saberse que se ha aprendido a ser amigo y que se está rodeado de gente igual, la gente que tienes al lado es tu espejo, sólo tenemos lo que nos merecemos.