A todos los que vimos en Kierkegaard una esperanza de vida.
Que la rutina me atrape
Que la musa se me escape
Tengo tantos miedos
Tengo miedo de dejar de amar un día
De agotarme.
No es miedo, es angustia.
Angustia constante.
Me agota.
Me destruye.
Me destruye pensar.
Me da un respiro escribir.
Sufro de un miedo terrible a la angustia constante de agotarme.
Y al final termina matándome el miedo terrible a la angustia constante de agotarme antes que el crimen.
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