Clara es una mina con una tremenda adicción al café, detesta las etiquetas pues son barrera al pensamiento limitando los procesos de aprendizaje y evolución, por eso no se casa con ninguna. Al igual que la del ómnibus de Cortázar compró un billete de 15 y lo pelea, se propuso ir a contracorriente, llegar más allá, persigue su libertad.
La política para ella solo tiene sentido mientras sea subversiva, porque la concibe como ejercicio liberador a través de la conciencia. Ella está muy clara de que está abajo y a la izquierda, se siente parte de un gran sueño, siente que le han entregado la baqueta en la carrera de las luchas de los desfavorecidos, olvidados, humillados, despojados y silenciados. Así se siente hija y heredera de mucha gente, eso la estimula día a día a seguir soñando, porque su sueño es colectivo, sentirse parte de ese algo la consuela.
Clara la del Ómnibus al final no es más que un pretexto de Angela Villarreal
La política para ella solo tiene sentido mientras sea subversiva, porque la concibe como ejercicio liberador a través de la conciencia. Ella está muy clara de que está abajo y a la izquierda, se siente parte de un gran sueño, siente que le han entregado la baqueta en la carrera de las luchas de los desfavorecidos, olvidados, humillados, despojados y silenciados. Así se siente hija y heredera de mucha gente, eso la estimula día a día a seguir soñando, porque su sueño es colectivo, sentirse parte de ese algo la consuela.
Clara la del Ómnibus al final no es más que un pretexto de Angela Villarreal
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