Tengo pinzas no manos
sucede que no toco,
agarro
presiono,
corto,
me escondo,
dentro de mi caparazón
me escondo,
urgo el corazón,
busco la razón.
No se ir directo al grano.
Tengo el teléfono abandonado
preparo el retorno
de algo que no ha sido esperado
me siento como un artesano
o mejor
hoy soy un monje tibetano.
solo que no vuelo alto
más bien me concentro
y cabo hondo
en la oscuridad me escondo
dentro de mi armadura
me escondo
cuido mi esencia
mantengo mi inocencia
lejos de tu presencia
porque
tu MODERNIDAD
tu forma de HABLAR
tu absurda PUNTUALIDAD
tu agobiante CONECTIVIDAD
no hacen más que agazapar el avanzado estado de mi neurosis mental y yo no
pienso renunciar a la hermosa libertad que me da la orilla del mar.
Gracias por leer a Clara la del Ómnibus, recuerda que equivocarse es un derecho humano!
Que la duda sea nuestro mejor recurso estético!
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