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Ellos


I
De ti me gustaba el café...
¡Qué básica soy!
Eras como un cafesito a las 3 de la tarde, correcto, atento, intimo, formidable.
Todo empezó con una conversación y dos cafés cargados de entusiasmo
todo acabó tambien con café
una calmada conversación nos bastó para saber que ya estábamos descafeinados.


II
¿Tu?
Enserio ¿aún quieres que te describa?
¡Fuiste un toque de suerte!
Me gustaba ver tu ojos atentamente antes de besarte solo porque cuando lo hacía sentía que nadaba en mi Caribe.
No sé si comprendas, pero a mi lo que más me gusta es nadar.
Tus ojos eran tan pero tan azules que yo sentía que tocaba arrecifes de coral.


III
Quiero que conste que de ti solo hablaré porque este poema necesita un final
A ti no te gustaba el café, la arena ni el mar
pero algo si te puedo asegurar
Así sin gracia...
¡Como me hiciste temblar!


Gracias por leer a Clara la del Ómnibus, recuerda que equivocarse es un derecho humano!

Que la duda sea nuestro mejor recurso estético!  


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Mi plan es sencillo: que seas libre de elegirme, una y otra vez, todos los días, de tomarnos como aquel día que no sea necesidad, sino paz. Y que la palabra con que puedas definirme, un día, dos días, sea libertad. Me enfrento todos los días con la terrible torpeza de que quizás, para la muchedumbre que lleva el compás, libertad no rima con planificar. Pero me resisto, con la ternura de quien decide sentir la bruma del mar, de aquel a quien le gusta ver sus barreras estallar, de una persona que decidió mirar con tesón, al dolor, miedo y rencor, atravesar sus fuegos, y apagarlos en mis mares. Gracias por llegar hasta el final y leer a Clara, si te gustó y deseas colaborar comparte esta entrada, déjame tu opinión en los comentarios y recuerda que EQUIVOCARSE ES UN DERECHO HUMANO!  ¡Que la duda sea nuestro mejor recurso estético!  

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A veces cometo el terrible error de compararte con el mar entonces recuerdo... nunca fuiste tan sublime como para pensar que tenías la brisa para hacerme brillar o la alegría para triunfar eras más bien un lago, frío , taciturno, oscuro, de arena marisma y mis pies no podían caminar Nunca blanca y fina la verdad... Te faltaba Caribe. Y brillo en los ojos al hablar Pero al final... De llevar la vida a todo dar sin freno y sin parar Hoy tengo que confesar Que quiero volver atrás pensar que eres arena que el mar puede borrar tus huellas pero no me pasa Eres marisma y mis pies quieres atar Entonces... el "me gustaría tener una segunda oportunidad" lo tengo que borrar Nunca quise negociar mi libertad. Ni dejar de volar.

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